Las tecnologías y las innovaciones en materiales para paisajismos artificiales, son en muchos casos una solución económica, rendidora y con un claro horizonte de efectividad. Esta definición, concatena a la conocida como el césped artificial, que consiste en una innovadora solución para la protección de áreas exteriores, donde el significado de inversión en paisajismo, no colida con la posibilidad del mantenimiento preventivo y continuo que demanda un área revestidas con gramíneas o similares. Esto se debe a que, en el uso intensivo de ciertas superficies, el desgaste en inminente y, por ende, su exposición a los efectos de intemperie y usos, en condiciones normales, devengaría un alto costes de mantenimiento, relacionados con el cultivo y un número significativo de acciones, que en ocasiones inciden en un alto coste y un difícil grado de inversión poco tangible y efectivo. No obstante, césped artificial, se utiliza como un aliado de la construcción, en la premisa de ser utilizado con excelentes resultados, en materia de un paisajismo, que no requiere de ser un área verde real sino ser mimético formal, dado su circunscripción a los espacios arquitectónicos predeterminados para este fin. Por otra parte, su alta resistencia a impactos, la poca facilidad de almacenar insectos u hongos, hacen de este material una salomónica respuesta a problemas de área verdes, donde solo se requiere de la protección de las superficies y libres de alimañas u hongos.